Tuesday, April 1, 2014

La mentecata (microteatro)

Escenario: Recepción de un burdel.  Dos mujeres conversan sentadas una frente a otra; una (M) de mediana edad vestida con elegancia, la otra (H) joven y hermosa, con ropa deportiva.

H: Señora, he venido a verla porque estoy buscando trabajo. ¿Habría algún empleo para mí en esta casa?

M: (Al público: ¡Está guapa la chica!) Ahora no tengo vacantes, pero la podría entrevistar para tenerla en cuenta. ¿Tiene alguna experiencia en el área de servicio al cliente?

H: No mucha. El único cliente que he tenido es mi marido – un verdadero mentecato.

M: ¡Ah!, es Ud. casada. ¿Y su marido sabe que anda buscando trabajo por acá?

H: Sí, él fue precisamente quien me dio su dirección.

M: (Al público: Pues su marido parece más chulo que mentecato). ¿Y cómo piensa trabajar sin experiencia?

H: Yo aprendo rápido. Quizá Ud. pueda darme un cursillo.

M: ¿Ahora mismo?

H: Si se puede.

M: Bueno, vete a mi alcoba, desvístete y espérame acostada que voy a traer a una de las muchachas.

H: ¿Podría esperar un poco en ir a buscarla? Quisiera ducharme antes, he sudado bastante hoy con el calor.

M: (Al público: ¡Qué banquete me voy a dar!) Por supuesto, vaya. En mi baño hay toallas y todo lo que necesite. Yo espero.

Escenario: Se va la joven, la otra se queda con cara de pícara frotándose las manos. Después de una pequeña pausa, desde atrás del escenario se oye una voz agitada: - “Madama, una mujer saltó desde su ventana y se fue corriendo con una bolsa grande”. La mujer se lleva las manos a la cabeza y hala sus pelos con furia.